Otras entidades, otras demandas

Por una representacion REAL de las bases populares


Desde Marzo, se dio en la Argentina una situación inédita dentro de una democracia
representativa de las mayorías, sin proponer un golpe de estado efectivo un grupo de
estancieros pasaron por encima de las leyes promulgadas por un estado soberano, manteniendo en vilo a la nación y perjudicando al pueblo produciendo desabastecimiento y encarecimiento de los productos de primera necesidad
Desde Marzo, los medios de comunicación administrados por la oligarquía agroindustrial de la Argentina, al referirse al conflicto, difundieron que se escuchaba “al campo”. Pero por detrás de los patrones que protagonizaron el lockout hay un universo de tres millones de personas con otra agenda. Es el campo indígena y campesino, acosado por la miseria y el hambre de tierra.
Estos dos actores centrales fueron sistemáticamente omitidos. No producen soja ni suscriben a los agronegocios. Siembran alimentos, crían animales para autoconsumo y tienen una relación especial con la tierra porque no la consideran un medio para negocios: se entienden como parte de ella, de su cultura, su historia y un bien común de las próximas generaciones.
Pueblos indígenas y campesinado fueron pioneros en denunciar la sojización y el corrimiento de la frontera agropecuaria hace una década, pero ningún gobierno tomó nota.
En la actualidad advierten el saqueo y la contaminación minera, ponen el cuerpo a las topadoras, rechazan las represas que inundan tierras ancestrales, enfrentan a empresarios que pretenden sus campos y padecen el envenenamiento de los agrotóxicos. Se encuentran Lejos de la alta rentabilidad de los agronegocios y conforman las verdaderas organizaciones de base del campo argentino con ricas historias de trabajos, resistencias y luchas.
Es nuestro deber como entes sociales comprometernos con la lucha de las bases populares. Ya es muy significativa la importancia tanto regional como nacional que adquirieron organizaciones tales como el MOCASE (movimiento campesino de Santiago del Estero) o la Red Puna, siempre unidos a Vía Campesina (organización internacional con décadas de lucha contra los agronegocios que proliferan en detrimento de los pequeños productores y los habitantes originarios de la tierra).
La conjunción del pueblo sin duda puede aventajar en la lucha a la oligarquía golpista y sin conciencia nacional y popular. Fomentar esta unión debe ser nuestro objetivo

GLOBALICEMOS LA LUCHA
GLOBALICEMOS LA ESPERANZA!

Reforma agraria integral y soberanía alimentaria, que es la posibilidad de que el país tenga su propio proyecto alimentario y no que las multinacionales impongan qué se debe producir

Proponen como principios del Movimiento integrantes del MNCI (Movimieno Nacional Campesino- Indigena).

Las llamadas ‘entidades del campo’ sólo pronuncian los dictados de los agronegocios. Su símbolo actual es la soja transgénica, que ha devastado bosques, desalojado comunidades, contaminado suelos y aumentado los precios de los alimentos en el mercado interno. El avance del modelo sojero, iniciado durante el menemismo, significa un desierto verde y contaminado, sin agricultores y ciudades saturadas de familias expulsadas de las zonas rurales

Remarcaron desde el MNCI y afirman que el principal problema, no debatido en el Congreso,
es el modelo agropecuario.


Los saludo Compañeros!